sábado, 6 de diciembre de 2014

Aymé

VIEJO COMO TODAS LAS TARDES DEL MUNDO
 
Foto de: CulturaColectiva.com
Después de haber caminado
entre tantos años que se fueron
el tiempo cicatriza la vida
la ha envuelve en un trapo de cocina
la cocina lenta entre brasa alusiva

Cuando raya una nueva aurora
sedienta de devorar carnes y huesos
sedienta de absorber la existencia
sedienta de procrear el nacer y el morir
la vida se torna en un simple soplo

el tiempo va dibujando rayas en el rostro
electrocutando la carne y los tendones
hasta verlos abatido en el deshueso
el tiempo va petrificando recuerdos
estampando ósculos que se han olvidado
huellas, pisadas, entornos ligeros
ecos de sombra en los resuellos

Luego que pasa el murmullo de los años
queda esperar dormitar 
bajo el silencio y la dulce sangre de la tierra

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