jueves, 4 de diciembre de 2014

LA TARDE ALCOHÓLICA
 La tarde color de pasión se bebió la noche
se bebió su nombre y el mío
coló en un tamiz de polvo las agonías furiente
las pintó con rosales y aves de colores fuertes

La tarde furibunda, aglutinada
intensa descargó sus pesares sobre los hombros
lamida dejó cada costilla entre sus dientes
bebió lento la sensación huidiza, las sombras
bebió como agua de manantial los pasos lejanos
bebió como volcán el calor para volar en la distancia
bebió de los llantos quedos, los olvidos solitarios

las soledades intrincadas en los rincones viejos
la tarde  Pintó con una aguada las palabras pálidas
bebió de los corredores húmedos de sus parpados
de la esencia pura de sus ojos cerrados
de su boca abierta
de su cuello alzado, rígido, esperando

la tarde bebió su corazón de océano libre
la tomó de sus brazos y la tendió en la arena
la hizo una palmera, una planicie de espuma
la hizo mía, la entregó a mis vertebras
bebió de su monte de Venus a placer
fue como estar alcoholizado  a 40°

borracho de su piel desnuda. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario