sábado, 24 de enero de 2015

LA SOLEDAD El Monólogo del silencio


La noche brilla como un disco viejo de vinilo y curtido por los años.

Una brisa milenaria humedece su cabellera con mis antiguos recuerdos y su forma se muta embelesada en una mujer amada.

Algún lucero colorado frota su nariz en mi espejo roto y abandona en su superficie una baba de luz refleja, algo retoña en las memorias de días y ella, mi querida, desempolva con su lujuria los ya ancianos momentos crucificados, cuyos dejan en la piel del alma una superficie vacía, es mi extraña soledad…

La noche sigue brillando como un disco LP de vinil, rayado por las miles dentada de la aguja del phonófono.

Algo de algún viento viajero llega despacito y me cuenta una leyenda en desuso, además me insinúa sentir las caricias lejanas de mi amante perdida, me susurra al oído que estoy parado sobre un hueco y que no termino de caer porque pendo de un hilo e insidioso estiba a impeler en mis pensamientos cosas de la vanidad no retornable.

Burlón corta los motivos blancos con una daga oxidada y riega con un liquido negro mis palabras muertas y me dice con zozobras, que ella está en algún lucero colorado, mirándose paulatina en un espejo fabricado con piedras de luna, tomados de los cráteres lunares, esto aconteció, mientras yo estaba distraído mirando las sombras de un océano hecho un rio.

Mientras se peina sus largas clinejas, algunos sueños sin estructura hacen una escalera con su pelo de nubes negras para que yo suba y llegue hasta ella. Cuando intento subir, aun sin dar el primer paso regreso donde estaba, porque nunca termino por levantarme…

La noche sigue brillando, sin embargo, su fragancia remota ha cambiado sus tonalidades brillante para tornarse en un negro mate ácido.

Un pájaro color de los días grises, posa su vuelo sobre mi hombro y le grita enardecido al viejo viento burlón, que arranque.

El huraño viento regañado se marcha hastiado de verme derrotado ante los hechos uniformes, no sin antes darle una patada huracanada al pajarraco y reírse de mis antelaciones derrumbadas.

La noche sigue brillando y su intermitencia se descolora, mientras tanto el pajarraco me entrega con enigmática reciedumbre, una nota de ella, no se dé donde la extrajo, pero aquello me hizo presentir que estaba solo y que una burda burla del viento aun me acompañaba.

Cuando tomé aquel retazo de papel rasgado, temblé y lloré al acariciar la piel de mi amada perdida entre mis dedos…

Al intentar leer las líneas escrita por su corazón, nada exclamaban, porque su escritura era como una tormenta en un desierto polvoriento o como el fondo de un río donde sus aguas están turbias y corriendo con mucha rabia.

Le dije al ave consoladora ¡Sale perro! tu pico no me trae sus andanzas, ni siquiera una de sus miradas para mirar con ella el sol del mañana.

La noche se puso como una cueva profunda y más desordenada y cuando el pájaro volaba ahuyentado por mis dolores, tropezaba con violencia y caía adolorido, pues sus tendones se rasgaba y sus huesos quebraba.

¡Pobre pájaro! Ya no pudiendo volar más donde quería llegar, quedo yacente entre un charco de células quemadas y con los ojos vendados por su tragedia mirando el vacío intenso de sus adentros olvidados.

¡AH! Ese pájaro era yo y mi soledad…

miércoles, 21 de enero de 2015

EXISTEN CORAZONES


Porque su corazón se fusionó con el mío y nuestras vidas siempre irán junta de la manos como dos niños enamorados, como el viento y el mar besando la playa con su amor de espuma, como el sol acariciando eterno a la tierra con sus brazos de luz, como mis recuerdos que siempre la aman sin cerrar los ojos para dormir, más bien para despertar cada día amándola, sin secretos, con los sentimientos al desnudo con más fortaleza indescriptible.

Existen corazones que se abren como flores
destilan manantiales diáfanos, puros, rectos
palpitan cuando ya no hay remedio, viven
suspirando en el último instante por lo bueno


Existen corazones que sueñan en silencio
se mojan con el fuego de una pasión quieta
corazones sin tempestad rojos de vida
sumergidos en un fuego lento que inquieta

Los corazones que sufren siempre cantan
sus ventrículos lloran el sufrir ajeno
palpando con ilusión destino
acariciando dolor hasta el último desvelo

Existen corazones como el mío, enamorados
se entregan abandonando otros placeres
son como un volcán que eructa auroras
enturbiando los deseos con blanca nieve

Mi corazón es azul como el cielo índigo
no es un órgano solo para enviar sangre
es como el mar quieto que el viento aíra
y rompe el muro que en la costa ahoga

Mi corazón siempre vuela como un pájaro
tiene alas de halcón y plumas de gorrión
ni vuela tan alto para no caer fatigado
ni vuela tan bajo para no caer derrotado

El corazón de ella es esencia, enyuntado
camina tomado de la mano con el mío
cuando se besan el palpitar se descarrila
es música, fuerza, origen, es un poema

Mi corazón siempre será como su vida
encintado corriendo hacia el lado bueno
las lágrimas suspirando son arroyos
en océanos tranquilos y estables…

por eso siempre escribiré con gozo ineluctable:

Existen corazones que se abren como flores
destilan manantiales diáfanos, puros, rectos
palpitan cuando ya no hay remedio, viven

suspirando en el último instante por lo bueno.

MAL RECUERDO


Lamento escuchó aquella noche
lamentó hundirse en la tragedia
lamento huidizo en la sombra
lamentó su triste condena

Mas no fue su lamento oído
abrasivo se sintió a lo lejos
el lamento fútil que ha sido
entre candilejas y despejos

No fueron las aves en su nido
que en otrora su lamento perfiló
y en el suelo derrotado y herido
pudo olvidar menos lo que amó

Por eso hoy se oye el lamento
aquel que nunca fue un motivo
en la letra ni siquiera el acento
o el ojal de un punto suspensivo

Más vale olvidar aquel  recuerdo
sembrado en el corazón doliente
que se olvide lento o lerdo

y se entierre en el presente

RETORNO


Se va cerrando los puños sedientos
exclaman su ira al vacio
germinando ruidos
apretando sinergia
evolucionando lágrimas
sembrando merma en los placeres
hiriendo en vano la carne
descontrolado gira
llora y canta
oliendo apresurado
el sabor prematuro de su huida

Se va sin retorno


QUIÉN SABRÁ

Foto: Tomas Muller

¿Quién sabrá donde estará su pensar?
¿Quién sabrá donde viajarán sus sueños?
el dormitar de sus labios imaginados
¿Quién sabe qué deseará su fuego interno?

Aun en este instante no sé nada de su vida
me puedo imaginar que sienten sus sueños
el quemar de sus labios entreabiertos
el profundo deseo de su entorno viajero

¿Quién sabrá que le gusta sentir a sus anchas?
me gustaría ser parte de aquel quien sabe
perderme en la vorágine de su latir desbocado
devorar con ansiedad la piel de sus labios

Pero  solamente me toca morir angustiado
intentando descubrir su secreto bien guardado

¿Quién sabrá, quien sabrá, quien sabrá?

Para atenerme a lo que siente mi corazón cansado… 

INTENSIDAD

Foto de:Iingos choltes_panorama
¡Ah! Me duele no haberte visto ayer
tus ojos inclinados en el crispar del viento
su turbión deshojando nube desgajada
sudando rocío, hojeando risa viajera

Nada más me inclino sincero ante tu inocencia
tus pupilas se agitan cual hirviente agua
juegan con algún sueño que despierta
juega con la arena húmeda de un mar dormido

Nada más puedo quedarme de una pieza
tus ojos brillan como un amanecer frenético
neblina que juega con la luz fugitiva
sueños que vuelven pintando la alborada

Nada más me quedo esperando el sonido
tus párpados cierran sus persianas finas
salta la noche columpiando  luceros
 yo meto la mano y nada localizo

Nada más ¿Qué voy a encontrar?
Si lo que busco ya no lo encuentro…