CRUCIFICADO
Siempre veo tu rostro
Caminando en el recuerdo
es sustantivo de querer
mirar
al través de lágrimas de
llovizna ligera
es pronombre
es pasión desbordada de
placeres
El viejo desdén
encierra las memorias más
extrañas
muerde las ansias con
ganas ligeras
muerde y argumenta
letanía que florece
Como olvidar la razón a
medias
habitas en mi mente
desleída
habitas en el despertar
de la aurora
en el dormitar de una
noche soñada
Has construido retoñar de
flores,
aroma, esencia, ternura,
formas
hervidero de emociones
blandas, sentidas
puedo sentir que me estoy
crucificando
Cien espinos nacen en la cabeza
pensativa
cien clavos devoran las
palmas, duele
se entierran en la carne
del deseo, sufro
prueban el llanto con
sedentes loca, me extingo…
Tejes sentires de dolor
entre comillas cortas
mas ahora crucificado fallezco
paulatino
mirando desde mi calvario
solitario
el manto que me has
quitado
He quedado desnudo,
erosionado
ante la indiferencia de tu
látigo frío
mirando como el ocaso
tardío es un verdugo
sus manos huesudas entierra
sentimiento
la arena bebe sedienta
los días grises
El sustantivo ahora es un
prefijo asimilado
astilla con su lejanía un
espejismo que he llorado
y de tanto llanto un
lamento te presiente
es un presentir que entumece los quereres
es un sentir que me hace
amarte siempre.
Después de mi prosificación
de amor
he fallecido queriendo tanto tenerte
la contienda es una
esperanza efímera
oculta en una loza sin epitafios
encendida en una pasión
que adormece
Al llegar la tarde
Mi corazón ha fallecido
tristemente
Se le ha parado el reloj,
esperando…
COLORES CRUZ-JIENTE
Los colores de la vida se
destiñen lelos
azora pintarlos en el
pecho
es verde de espejismo esperanza
es sueño intenso de azul eléctrico
con nube desleída de
tanto desearte
es rojo purpura
llorando llantos que se
confunden
mientras trascribe tu
nombre
es amarillo sol en la
retina
que encandila de tanto
pensarte
es blanco luna
que atrapa el alma en
frio opaco
es negro ceniza
oculto en el rime de ojos
negros
amando pesares grises
es naranja ocaso
oprimiendo tristeza de
fumarolas
emergiendo de un volcán yerto
Todos menos nada
es del color de tu piel
amada
olorosa a jazmín de noche
cálida
a rosas blancas teñidas
con mis quimeras
vuelas y te quedas ligera
en la memoria
Mientras todo este
silencio avanza
hibrido de soledad
agitante desmenuza
pasa ligero sin
interrumpir
alguna palabra de tus
labios
Hoy nace mi descontrol
enterrado en vida
esperando de tus labios
alguna poesía
esperando de tus labios
algún halito de vida
esperando arder en el
fuego de tu aliento
esperando dormir a tu
lado
esperando me resucites
tan solo con un beso
Mientras la espera
se hace tan larga como el
tiempo
espero muriendo
espiando por instante
desde una hendija
mirando cómo se van los
días inertes…
SIEMPRE IGUAL A MI LADO
Soy un niño viejo con corazón chapucero
mi alma es un río color
de plata azulada
con oleaje simple de un
ocaso desteñido
con clarear de oro de una
aurora agorera
con detalles que hacen
retoñar emociones
Mas no me la doy de
grande o pequeño
soy un depósito de
nobleza sin hambres
me aferro a las buenas
circunstancias mejores
no caigo en tentaciones
triviales, soy humano
soy un niño bueno
queriendo oportunidades
Soy un niño viejo con
corazón abundante
apretando sueños antiguos
en las sienes
Llevo el pecho desgastado
de querer
mirando en los atardeceres
teñidos
la marcha irrenunciable
de cada ocasión
y en cada mañana muriendo
algún agregado
Todos los días nace una
aventura que embarga
todos los días soy el
primero en reír
y el ultimo en llorar las
penas que se quedan
Añoro los días que pasan sin retorno
y los que llegan les doy
la bienvenida
le arrojo flores desde
una ventana cerrada
los arropo con deseo añorado
los abrazo y les susurro
al oído poemas
porque sé que siendo un
niño perdurado
mi querida, mi niña
¡Siempre lo será a mi
lado!
CRUZ
Hace tiempo me hiciste
cargar una cruz
eran pesados sus bornes,
acero tejido
Su corteza era mi piel
sobre aquellos recuerdos
¡Cuán pesada era llevar
sus lágrimas en los ojos!
Caminaba arrastrando
coincidencias polvorientas
sentir en la cabeza su
nostalgia de espinas
La fuerza en cadena de su
deseo inestable
la idea perpetua de
querer sufrir su peso
La cadencia eterna de su textura
amada
la tracción enervante de
su arrastra penas
El contrapeso de su opinión
ajena
La semblanza cantarina de
su arrebol emocionante
El querer fallecer
moribundo de sus bordes
Hace tiempo decidí
dejarme la cruz hombros
dejarla que se
petrificara su forma en la cabeza
Convertirla en cada instante
de un momento
Hace tiempo decidí
esculpirla con su nombre
Cargar a hombres todo el
peso de un amor
Abundante,
escribir el nacimiento de
los albares
Retoñando en el tronco de
su cruz imperdonable
Sintiendo en la
conciencia el eje de su hogaza
Vibrar de lleno a cada huella
dejada mientras cargaba
La cruz, aquella cruz, su
cruz, mi cruz
Ha sido desde entonces mi
historia legendaria
Porque amarle siempre ha
sido un peso en mi alma
CAMINO AL CALVARIO
Mis pies sangran ocasiones
mientras errabundo, te
busco
La mente hecha girones
danza ligera con la pena
Mis pies sangran amor a
primera vista
y no te has dado cuenta
de su lamento
inquieta pensarte…
Sangra huellas, pisa ansiedad vanidosa
arribando en cada pisada
que deja
un canto a la melancolía
Rebasa tertulias, canta poesía
esa cadencia son mis pies
cansado
de andar sobre palabras floridas
perturba…
Oigo voces que se alejan
en las tardes de ceniza
recuerdos que rondan
ligeros en la cabeza
En cada color de un cálido
arco iris
están pintadas
las neuronas que te piensan
te estoy amando más y no
lo sabes
Como pesa recordar cuan
deliciosa eres
hermosa, grácil, dócil, pura,
perenne
eternamente dulce en el
silencio
Por esos mis pies sangran cuando te siguen
cargan el inmenso placer
de una cruz pesada
sangran por alcanzar tus
pasos
tiñendo con su purpura el
anhelo de mi boca
La pasión más recóndita
de un loco enamorado
Intenta alcanzar lo
inalcanzable
Sangran mis pies en
soledad
están sangrando
intentan alcanzarte…
CRUZ DE SOL
Contemplo el sol de una
historia de nostalgia
y sufro al no verte más cerca,
Camino despacio cargado
alguna cruz
soy vagabundo en
ansiedades
Soy millonario de pensamientos
errabundo
disertan como el agua en
una cascada silvestre
Tejes el paladar con
sabores agridulce
te incrustas punzante con
tracción de flecha
o una bala que envenena
las arterias con su cobre
¡Ah! eres tu un dulce
veneno que antoja deseos
¡Qué hierve en la tarde
mi crucifixión de dolor!
¡Qué encera en cada deseo
una sensación de fuego!
¡Quemando la dermis, la
epidermis!
Hasta los huesos…
Haces de la ilusión partículas
de ceniza
Llevar esa cruz
Es tener el sentido
valorable de soportarte
Cuando veo la cara del
sol te extraño
aunque su luz palpite en
mi anhelo y encandile
y quedando ciego solo
pueda pensarte
MI CRUZ ES LA TUYA
Cuanto has querido me has
atado con fuerza
doblegando mis rodillas
has desnudado el torso
y de latigazos has
horadado la espalda
La espalda herida se abre
a pedazos
erosionada destila glóbulos
rojos
ascienden y no bajan
lloran por tener tu sabia
Cada gotear es un sentido
que eleva una plegaria
cada grieta erosiva
entona un canto de amor
cada pedazo de carne
herida sueña contenerte
¡Ah! mi espalda es un
boca que te habla.
Después de haberme herido
sin contemplación
tu incidencia me coloca
una cruz a la espalda
duele
llevarte cuesta es una
reacción incitadora
cargándote
Todo el trayecto arruma,
siento asfixiarme
mi amor por tu amor ¿Cierne
alguna diferencia?
Nos amamos
me ayudas a cargar tanto
peso
vas de mi lado a todo dar
y esa cruz también te
pertenece…
SETENTA VECES SIETE
Setenta veces siete me
has crucificado
en la ternura de una
tragedia que enamora
Me haces morder los
recuerdos que destilas
retoñas como aurora en la
tarde mustia
Cada roció de un invierno
floreciente
es un espejo de sentidos que
se duermen
Como deseo
acariciar las yemas seda de
tus dedos
palpar con ansiedad indescriptible
la piel aromada de tu
deseo
tocar cada tono musical
de tus caderas
el fino brillo de tus
clinejas de luna apacible
poder besar y morder tus
labios ardiente
beber de tu aliento que
envicia y ahoga
hundirme agónico en el
suave de tus senos
gritar, aruñar y apretar
el profundo del gemir
estar donde quiera que tu
estés volando
anudarme al grito de tu
boca enamorada
ser y estar estacionado
en cada estación de tu
vida apasionada.
Déjame llevar tu cruz aunque
sea pesada
Estaré siempre cargando
con lo que más amo
Te cargare setenta veces
siete
comienza a contar
ya he empezado a cargarte
ARRASTRO LA CRUZ SIN COMPAÑÍA
Me arrastro hasta el cubículo
extraviado de un entonces, cierro por instantes mis ojos de ceniza y lloro
retoño de ansiedad perdida ¿Dónde estoy? Me pregunto confuso y una nube de
denso dolor abate al corazón hecho harapos, me arrastro más y en cuclillas beso
la indiferencia en la abrupta soledad que cuece el alma abandonada, lloro, miro
tu imagen y siento que se parte la tarde de un día muerto en pedazos, las horas
son un acertijo inextricable, afuera el viento es una cabellera negra que
espanta el miedo, mas allá en el horizonte navega mi nostalgia, navega el
dolor, es un naufragio de sentidos alborotados, busca encontrarte para que me
hagas compañía en este viaje donde voy en solitario, esperando por compañía.
CLAVOS, SANGRE Y NENÚFARES
BLANCOS
¡Extraño a mi niña! Demasiado…
Cierto dolor rompe el ansia por tenerla de nuevo, de ver como retoña encintado
en un remanso de plata, ardor reflejado del sol sediento, sus besos de agua
blanca, su mirada de fuego ámbar, su cascada de aliento que arrebata, lo cálido
de su mudez en la boca solitaria.
¡Extraño a mi niña!… su
piel blanca anida cierta nostalgia mórbida, la amo.
¡Extraño a mi niña!…
cuantas noches se fugan pensativas, mi niña es el centro del eje, el único engranaje
que hace funcionar el corazón agotado.
¡Extraño a mi niña!… algo
brota incendiario en un espíritu atormentado, nace convertido en un desierto donde retoñan
flores de lágrimas, ¡Cómo la añoro mientras lloro!
¡Extraño a mi niña!…
cuando la vea de nuevo el corazón será un
refugio para la alegría, el tiempo clavado pasará como sombra de lluvia
de otoño, la sangre a borbollones palpitante gritará su nombre en la ausencia…
¡Extraño a mi niña!…
Cierto dolor astilla el deseo por mirarla de nuevo, de ver como retoña en el
agua la flor de nenúfares blancos.
CONCLUIDO
Y para terminar mi crucifixión
si sufres cargando una cruz que te olvida, ven y carga la mía…
yo sabré consolarte y
quitarte ese peso que te mata…