jueves, 5 de octubre de 2017

10 POEMAS SELECTOS DE AMOR CRUCIFICADO

CRUCIFICADO


Siempre veo tu rostro
Caminando en el recuerdo

es sustantivo de querer mirar
al través de lágrimas de llovizna ligera
es pronombre
es pasión desbordada de placeres

El viejo desdén
encierra las memorias más extrañas
muerde las ansias con ganas ligeras
muerde y argumenta letanía que florece

Como olvidar la razón a medias
habitas en mi mente desleída
habitas en el despertar de la aurora
en el dormitar de una noche soñada

Has construido retoñar de flores,
aroma, esencia, ternura, formas
hervidero de emociones blandas, sentidas
puedo sentir que me estoy crucificando

Cien espinos nacen en la cabeza pensativa
cien clavos devoran las palmas, duele
se entierran en la carne del deseo, sufro
prueban el llanto con sedentes loca, me extingo…

Tejes sentires de dolor entre comillas cortas
mas ahora crucificado fallezco paulatino
mirando desde mi calvario solitario
el manto que me has quitado

He quedado desnudo, erosionado
ante la indiferencia de tu látigo frío
mirando como el ocaso tardío es un verdugo
sus manos huesudas entierra sentimiento
la arena bebe sedienta los días grises

El sustantivo ahora es un prefijo asimilado
astilla con su lejanía un espejismo que he llorado
y de tanto llanto un lamento te presiente
es un  presentir que entumece los quereres
es un sentir que me hace amarte siempre.

Después de mi prosificación de amor
he fallecido  queriendo tanto tenerte
la contienda es una esperanza efímera
oculta en una loza sin epitafios
encendida en una pasión que adormece

Al llegar la tarde
Mi corazón ha fallecido tristemente
Se le ha parado el reloj, esperando…

COLORES CRUZ-JIENTE 


Los colores de la vida se destiñen lelos
azora pintarlos en el pecho
es verde de espejismo esperanza
es sueño intenso de azul eléctrico
con nube desleída de tanto desearte
es rojo purpura
llorando llantos que se confunden
mientras trascribe tu nombre
es amarillo sol en la retina
que encandila de tanto pensarte
es blanco luna
que atrapa el alma en frio opaco
es negro ceniza
oculto en el rime de ojos negros
amando pesares grises
es naranja ocaso
oprimiendo tristeza de fumarolas
emergiendo de un volcán yerto

Todos menos nada
es del color de tu piel amada
olorosa a jazmín de noche cálida
a rosas blancas teñidas con mis quimeras
vuelas y te quedas ligera en la memoria

Mientras todo este silencio avanza
hibrido de soledad agitante desmenuza
pasa ligero sin interrumpir
alguna palabra de tus labios

Hoy nace mi descontrol enterrado en vida
esperando de tus labios alguna poesía
esperando de tus labios algún halito de vida
esperando arder en el fuego de tu aliento
esperando dormir a tu lado
esperando me resucites tan solo con un beso

Mientras la espera
se hace tan larga como el tiempo
espero muriendo
espiando por instante desde una hendija
mirando cómo se van los días inertes…

SIEMPRE IGUAL A MI LADO 



 Soy un niño viejo con corazón chapucero
mi alma es un río color de plata azulada
con oleaje simple de un ocaso desteñido
con clarear de oro de una aurora agorera
con detalles que hacen retoñar emociones

Mas no me la doy de grande o pequeño
soy un depósito de nobleza sin hambres
me aferro a las buenas circunstancias mejores
no caigo en tentaciones triviales, soy humano
soy un niño bueno queriendo oportunidades

Soy un niño viejo con corazón abundante
apretando sueños antiguos en las sienes

Llevo el pecho desgastado de querer
mirando en los atardeceres teñidos
la marcha irrenunciable de cada ocasión
y en cada mañana muriendo algún agregado

Todos los días nace una aventura que embarga
todos los días soy el primero en reír
y el ultimo en llorar las penas que se quedan

Añoro los días que pasan sin retorno
y los que llegan les doy la bienvenida
le arrojo flores desde una ventana cerrada
los arropo con deseo añorado
los abrazo y les susurro al oído poemas
porque sé que siendo un niño perdurado
mi querida, mi niña
¡Siempre lo será a mi lado!

CRUZ

 
Hace tiempo me hiciste cargar una cruz
eran pesados sus bornes, acero tejido

Su corteza era mi piel sobre aquellos recuerdos
¡Cuán pesada era llevar sus lágrimas en los ojos!

Caminaba arrastrando coincidencias polvorientas
sentir en la cabeza su nostalgia de espinas

La fuerza en cadena de su deseo inestable
la idea perpetua de querer sufrir su peso

La cadencia eterna de su textura amada
la tracción enervante de su arrastra penas

El contrapeso de su opinión ajena
La semblanza cantarina de su arrebol emocionante

El querer fallecer moribundo de sus bordes

Hace tiempo decidí dejarme la cruz hombros
dejarla que se petrificara su forma en la cabeza

Convertirla en cada instante de un momento
Hace tiempo decidí esculpirla con su nombre

Cargar a hombres todo el peso de un amor
Abundante,
escribir el nacimiento de los albares

Retoñando en el tronco de su cruz imperdonable
Sintiendo en la conciencia el eje de su hogaza

Vibrar de lleno a cada huella dejada mientras cargaba
La cruz, aquella cruz, su cruz, mi cruz

Ha sido desde entonces mi historia legendaria
Porque amarle siempre ha sido un peso  en mi alma

CAMINO AL CALVARIO



Mis pies sangran ocasiones
mientras errabundo, te busco

La mente hecha girones
danza ligera con la pena

Mis pies sangran amor a primera vista
y no te has dado cuenta de su lamento
inquieta pensarte…

Sangra huellas,  pisa ansiedad vanidosa
arribando en cada pisada que deja
un canto a la melancolía

Rebasa tertulias, canta poesía
esa cadencia son mis pies cansado
de andar sobre palabras floridas
perturba…

Oigo voces que se alejan en las tardes de ceniza
recuerdos que rondan ligeros en la cabeza

En cada color de un cálido arco iris
están pintadas las neuronas que te piensan
te estoy amando más y no lo sabes

Como pesa recordar cuan deliciosa eres
hermosa, grácil, dócil, pura, perenne
eternamente dulce en el silencio

Por esos  mis pies sangran cuando te siguen
cargan el inmenso placer de una cruz pesada
sangran por alcanzar tus pasos
tiñendo con su purpura el anhelo de mi boca

La pasión más recóndita de un loco enamorado
Intenta alcanzar lo inalcanzable

Sangran mis pies en soledad
están sangrando
intentan alcanzarte…

CRUZ DE SOL


Contemplo el sol de una historia de nostalgia
y sufro al no verte más cerca,

Camino despacio cargado alguna cruz
soy vagabundo en ansiedades

Soy millonario de pensamientos errabundo
disertan como el agua en una cascada silvestre

Tejes el paladar con sabores agridulce
te incrustas punzante con tracción de flecha
o una bala que envenena las arterias con su cobre

¡Ah! eres tu un dulce veneno que antoja deseos
¡Qué hierve en la tarde mi crucifixión de dolor!
¡Qué encera en cada deseo una sensación de fuego!
¡Quemando la dermis, la epidermis!
Hasta los huesos…

Haces de la ilusión partículas de ceniza
Llevar esa cruz
Es tener el sentido valorable de soportarte

Cuando veo la cara del sol te extraño
aunque su luz palpite en mi anhelo y encandile
y quedando ciego solo pueda  pensarte

MI CRUZ ES LA TUYA


Cuanto has querido me has atado con fuerza
doblegando mis rodillas has desnudado el torso
y de latigazos has horadado la espalda

La espalda herida se abre a pedazos
erosionada destila glóbulos rojos
 ascienden y no bajan
lloran por tener tu sabia

Cada gotear es un sentido que eleva una plegaria
cada grieta erosiva entona un canto de amor
cada pedazo de carne herida sueña contenerte
¡Ah! mi espalda es un boca que te habla.

Después de haberme herido sin contemplación
tu incidencia me coloca una cruz a la espalda
duele
llevarte cuesta es una reacción incitadora
cargándote
Todo el trayecto arruma, siento asfixiarme
mi amor por tu amor ¿Cierne alguna diferencia?

Nos amamos
me ayudas a cargar tanto peso
vas de mi lado a todo dar
y esa cruz también te pertenece…

SETENTA VECES SIETE


Setenta veces siete me has crucificado
en la ternura de una tragedia que enamora

Me haces morder los recuerdos que destilas
retoñas como aurora en la tarde mustia

Cada roció de un invierno floreciente
es un espejo de sentidos que se duermen

Como deseo
acariciar las yemas seda de tus dedos
palpar con ansiedad indescriptible
la piel aromada de tu deseo
tocar cada tono musical de tus caderas
el fino brillo de tus clinejas de luna apacible
poder besar y morder tus labios ardiente
beber de tu aliento que envicia y ahoga
hundirme agónico en el suave de tus senos
gritar, aruñar y apretar el profundo del gemir
estar donde quiera que tu estés volando
anudarme al grito de tu boca enamorada
ser y estar  estacionado
en cada estación de tu vida apasionada.

Déjame llevar tu cruz aunque sea pesada
Estaré siempre cargando con lo que más amo

Te cargare setenta veces siete
comienza a contar
ya he empezado a cargarte

ARRASTRO LA CRUZ SIN COMPAÑÍA


Me arrastro hasta el cubículo extraviado de un entonces, cierro por instantes mis ojos de ceniza y lloro retoño de ansiedad perdida ¿Dónde estoy? Me pregunto confuso y una nube de denso dolor abate al corazón hecho harapos, me arrastro más y en cuclillas beso la indiferencia en la abrupta soledad que cuece el alma abandonada, lloro, miro tu imagen y siento que se parte la tarde de un día muerto en pedazos, las horas son un acertijo inextricable, afuera el viento es una cabellera negra que espanta el miedo, mas allá en el horizonte navega mi nostalgia, navega el dolor, es un naufragio de sentidos alborotados, busca encontrarte para que me hagas compañía en este viaje donde voy en solitario, esperando por compañía.

CLAVOS, SANGRE Y NENÚFARES BLANCOS

¡Extraño a mi niña! Demasiado… Cierto dolor rompe el ansia por tenerla de nuevo, de ver como retoña encintado en un remanso de plata, ardor reflejado del sol sediento, sus besos de agua blanca, su mirada de fuego ámbar, su cascada de aliento que arrebata, lo cálido de su mudez en la boca solitaria.
¡Extraño a mi niña!… su piel blanca anida cierta nostalgia mórbida, la amo.
¡Extraño a mi niña!… cuantas noches se fugan pensativas, mi niña es el centro del eje, el único engranaje que hace funcionar el corazón agotado.
¡Extraño a mi niña!… algo brota incendiario en un espíritu atormentado,  nace convertido en un desierto donde retoñan flores de lágrimas, ¡Cómo la añoro mientras lloro!
¡Extraño a mi niña!… cuando la vea de nuevo el corazón será un  refugio para la alegría, el tiempo clavado pasará como sombra de lluvia de otoño, la sangre a borbollones palpitante gritará su nombre en la ausencia…
¡Extraño a mi niña!… Cierto dolor astilla el deseo por mirarla de nuevo, de ver como retoña en el agua la flor de nenúfares blancos.

CONCLUIDO


Y para terminar mi crucifixión
si sufres cargando una cruz que te olvida, ven y carga la mía…
yo sabré consolarte y quitarte ese peso que te mata…





lunes, 2 de octubre de 2017

POEMAS DE UN LOBO HAMBRIENTO DE AMOR

POEMAS DE LA ALUCINACIÓN

TIERRAS DE ODIO NEGRO Y SALVAJE
Eliad Jhosué Villarroel


Ayer presentí su llegada, era como aletear en un síndrome catalítico, hurgué repetidamente en la mirada de sus ojos claros y una lluvia de plenilunio trazó  sensaciones firmes en el iris de la aurora, cuya apresurada dibujó caminos de esperanzas en mis manos, una inspiración rozó incólume el sistema nervioso, colapse, su bella indumentaria de loba devoradora sucumbió ligera en mis sentidos, algo me impulso al fondo de una ciénaga de luz y mi corazón relumbrado tejió en las venas algo de su ventrículo, sangre caliente, millones de palpitares por segundo irrumpieron el silencio y una ignota soledad abrazó a cada caricia emergente, ella y yo, sumergidos en la alocada precipitación de una pasión ensortijada, encumbrada a los embelesos más puros, enterrada en los labios para quedarse, huyendo de las neblinas de un pasado oscuro, hurgando en la tierra para pisar sensaciones y emociones más seguras, ella y yo, como palomos en un nidal doble, ungidos con el aceite fresco de un olivo anudado a remansos de plata, ella y yo, trémulos, besando la noche apacible, abrazando los días más soleados, caminando sobre brisas preñadas de anhelos, humectándonos en las olas salvajes en una playa de sentimientos interminables, brillando como luceros en un nocturno solitario, arrodillados ante el amor más potente que haya podido existir en estas tierras de odio negro y salvaje.

Ella y yo, somos fuerte, porque sobrevivimos en una ocasión donde todo fallece…

LA MIRO EN LA OSCURIDAD AUN ESTANDO CIEGO
Eliad Jhosué Villarroel


>Hace tiempo mi corazón de lobo triste nunca deje de pensarte, me incliné como sombra a los desaciertos más profundos y tejí alrededor de mi dolor un onda expansiva de defensa orgánica, defendí mis derechos a contra vivir sin tenerte, me amarré a mis consideraciones más elementales y la tormenta a distancia se llevó mis harapos, el aroma de tu cuerpo que había quedado impregnado en las manos lo arrancó hasta su raíz, fue doloroso ver como quedé denudo como un Cristo Fué  ante la gente, vieron mi cuerpo tambalearse como una espiga de trigo hambrienta de lluvia, aruñado por la indiferencia, mordido por el espíritu de una sobrealimentación de pareceres,  fue mi necesidad gritar tu nombre, enterrar mis uñas en una roca intentando desgarrar su piel endurecida por los siglos, mi sangre desbordó botones de rosas rojas, y se desparramó por la textura escabrosa lágrimas de hiel amarga, allí quedaron inhóspitos los sueños que hube un día de arrodillarme a enterrar a falta de tus abrazos, de tus labios apretados, de tus pasos de tacón y tu voz en aquel espacio que un día fue parte de nuestras entregas libres como el viento.

Hoy a sabiendas de tu ausencia, en mi interior derrotado, hojas secas son besadas por el viento, rodando por el piso de una desgracia entumecida, cual llegó para quedarse, que levantó indolora un acertijo fallido,  cuanto te miré en la oscuridad aun estando ciego para mirarte.

Un epitafio está escrito en las paredes del viento y dice lo que aún no he podido ni siquiera leerte

LOBO DEBILITADO HASTA EL CANSANCIO
Eliad Jhosué Villarroel

Ayer en las praderas de mi mente ensortijada por clamores, regresaron los recuerdos, retornaron como hojas del otoño besadas por el viento, se asomaron febriles, anudadas a la grácil paciencia de lo que bien se piensa para tenerlo siempre, fue memorable asirme a su diestra cálida y enervante, una alternativa diluida entre abrazos anidados en circunferencias, ungidos con aceite fresco de sus labios naturales, me engrinché sereno, inútil ante el olvido, recordando como se recuerdan las cosas del pasado, ingeniándome para habitar en su cerebro, soñando con convertirme en su héroe favorito, habitando en un continente aislado de las tinieblas de la sinrazón, lleno de motivos florales, untado con carne de una hembra portadora de ponzoñas indoloras, ahíto de beber del veneno alucinante de su amor primaveral, residente de sus recuerdos, queriendo donde más se puede querer lo que se ama…

Hoy que han regresado sus memorias más intensas me arrastro a sus pies aun estando distante, intentando volver a decirle lo que siente este corazón,  deseando ser lo que no es hasta caer derrotado por el cansancio.


UN BUEN AMIGO LOBO COMPRENDE
Eliad Jhosué Villarroel


Los lobos de verdad son como un tren, llevan de todo, cuando se descarrilan y se van a la porra, siempre tienen quien los levante del polvo, son buenos más que el pan y el oro. Los lobos de verdad siempre cuando conversan miran De frente a los ojos, son sensibles y lloran todo lo posible para consolar su alma buena, un lobo amigo de verdad atesora buenos tesoros en el cielo, sus manos no golpean, acarician y aprietan con suavidad consoladora, cuando llueve nunca se moja, siempre habrá en su caminar un paragua que lo proteja y cuando el sol esté en su más alto esplendor calorífico, tendrá en su camino un parasol sobre su cabeza. Un buen lobo amigo nunca está solo y cuando el siente alguna soledad es para meditar a cuantos tiene que ayudar.
A un buen lobo el silencio no lo atormenta, en su lugar tendrá a alguien dispuesto a charlar a su lado y cuando la tormenta se apoye en su corazón, nunca sufrirá de su turbulencia, el amor de Dios le dará fuerza para soportar las más duras tragedias.
Un buen lobo amigo de los amigos comprende…


UNA BUENA LOBA CAMINA BAILANDO
Eliad Jhosué Villarroel

En mi vida de lobo, un día de sol, babeando y devorando mis propias entrañas, me asombró contemplar con deseos abrazadores a una distinguida y hermosa loba doncella,  era una bella loba que caminaba bailando como un centella, a su rítmico caminar movimientos sensuales agrega, sus glúteos asombra verlos subir y bajar como un columpio de arena, sus caderas son como montañas movidas por un sismo en cadena, al contonearse se arreminga hacia adelante mostrando su bulto a ligeras, ¡ah! verla caminar es pura candela.

LOBA DEVORADORA DE MIS DESEOS

Eliad Jhosué Villarroel
A esa loba que enamora y devora mis pensares, cuando la veo me da hambre por donde quiera, apetito voraz que enloquece y desespera, la sueño desde mi edad postrera, me hace temblar los huesos así no quisiera, esa “loba geba” está que relincha como nueva potrera, nunca ha sido mía ni en ocasión mera y deseo que en la entrante primavera, esté calentando mi lecho, así nadie lo quiera.


LABERINTO DE AMOR LOBUNO

Eliad Jhosué Villarroel

Cuando se ama en solitario es morir paulatino, es desgastar la razón, es estar preso en la misma cabeza aullando con el corazón.


Hace tiempo la conocí, la vi crecer desde el botón más tierno hasta enhebrase y abrirse como una flor silvestre.  Al paso de los días de ceniza, las pajarillas se vistieron con los pétalos de las margaritas y dibujaron en la ausencia un ramo entramado de hojas secas. Mientras las estaciones del año se arrinconaban con los años y las primaveras gestaban a un invierno denso y borrascoso, mi ilusión aumentaba, era  agridulce como la pena de las tardes melancólicas y siempre regresaban mientras la maleza crecía a mis pies y se abotonaba en la sangre enloquecida,  anudando en las venas raíces de siempre viva.

Me atormentaba pensar que jamás sería mía, era el cielo mi único escondite pintado de azul y con nubes grises, un espejo trazando emociones sutiles, esperanzas amarillezcas con un sol de espalda a la luz del mediodía.

Me apenaba el dolor que sucumbía turbulento, eran aguas pesadas, ensordecedoras, pero latían con fuero y resucitaban con blandura cuando la tenía viviendo en la cabeza, me estaba envolviendo con una neblina densa cuya en vez de alejarse con el viento descendía, se camuflaba despacio en las horas tardías, haciendo cama y cobija entre la lentitud del dolor, de la ansiedad, del amor que mi corazón rompía, eran miles de latigazos que desgarraban la carne y hacían temblar los huesos.

Paulatinamente sentí desvanecerme en una locura no transitoria, solo el ademan de una sonrisa efímera pintaba alguna plegaria y el paisaje antes de verde se coloreaba con sus ojos negros, tan profundos, y llenos de vida, vívidos como el matiz de mis anhelos, de los deseos que burbujeaban febriles en los recuerdos, era ella o yo o mi única válvula de escape, era querer sin poder tener lo que se quiere.

Después de habitar entre terminales de angustia los pensamientos se convirtieron en cataratas, heridos de tanto querer se precipitaron a un precipicio de consideraciones indiferentes, era ella o yo,  una espada de plata se enterró un día amargo  en la medula, mi alma sangró y miles de botones de lágrimas rojas invadieron un motivo, olvidarla en el olvido.

Cuando Salí del laberinto de amor era un lobo libre, el tiempo era muy valioso para querer perderle en la indiferencia de sus ojos negros.

ROCAS DE LOBOS EN LOS RIÑONES

Eliad Jhosué

Cada cálculo en un riñón es un algo imperdible, los médicos dicen que siempre quedan imágenes espurreas o algún contacto adherido a los riñones, abrasando la piel interna, besando constante sus paredes. Pero la cosa no queda entre besos, contacto y abrazos, la caricia que suple a los que van saliendo es imborrable, como la pienso.

¿Rocas en los riñones? Su abrazo mortal puede hacer casa en los riñones o bajar a través del trato urinario, a veces se escapa sin aparente sintomatología. Mi cabeza es un riñón que piensa, ella ha construido una casa fortificada en mi cerebro, es un cálculo que se imagina.

Ah los cálculos pueden construir un castillo que se traban en uno de los Uréter, también se almacenan sólidos en la vejiga o se aferran como ganchos en la Uretra. Es allí donde comienza mi afán de tenerla, aferrada, es una roca en mi destino.

El cuerpo humano es un generador eléctrico, también puede crear piedras, es grandioso, una maravilla de la natura inesperada, inevitable. El mundo del cuerpo humano puede generar cálculo de calcio, es la piedra más común, la que se anida con comodidad hecha por la dieta diaria, compuesta por el calcio que desecha los huesos y los músculos, pero culpa es de los benditos riñones, se encargan de filtrar lo necesario y de agarrar lo que no pueden pasar por las retículas de los tamices anudados como lombrices en serie.

Mi hermosa loba de noche es un cálculo en mi cerebro…