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Esa mujer que me mira es una dama
la mies vívida de su mirada encandila, suspira
es fuente viva que enturbia la ansiedad
hace que una sed atormente la pasión
por tenerla.
¿Quién no querrá tenerla o controlarla?
no deseo que todos quieran acariciarla
hacerla suya solo con mirarla
o en algún caso poseerla
tomar el control, ser dueño de sus deseos
ser parte de sus membranas
o columna de sus vertebras
Esa mujer que me mira es una hembra
es mía, cada detalle de su piel me pertenece
su cuerpo escultural es una delicia firme
no se desgasta con los años que pasan
y aunque se ponga senil, enternece
Gozar de su pecho es amantar mi sed
apretar sus carnes prietas es llenar mi ansia
sofocar a pedazos cada emoción que retoña
sin negación o anormal
sin privación,
es anaerobio,
mi organismo está viviendo,
desarrollándose en ausencia completa
o casi completa de oxígeno
por esa mujer el resuello se hace incontrolable
y lo que ella respira lo comparte
porque ha robado mi suspiro.
Esa mirada es molécula libre en
atracción sistemática
Es veneno entre las neuronas explosivas
envenena los pensamientos con
su imagen
emponzoña con el sabor de su boca querendona
es música que adormece, hace soñar
invita a beber de su copa y su dulce
rojez
hasta la última gota
Cuando acaricio su piel desnuda, deslumbra
causa inquietud o agitación violenta
desmembramiento atroz de las sensaciones
produce codicia en el ánimo de los deseos
es volar entre un fuego que calcina delicioso
es caminar sobre espinas que no hieren
mas allá del descontrol que produce
acaricia el sistema nervioso
descontrolando el enervo
de una pasión que arrebata
Esa dama que me mira es una mujer
mi mujer.
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